domingo, 10 de febrero de 2013

El sentido de la sociedad actual.

Realmente vivimos en una sociedad que ha perdido todos los valores menos uno, el del dinero. Podemos decir que todo se simplifica para resumirlo en cifras que procuramos nos den el mal llamado "estado de bienestar" pero ¿que es esto? según mi criterio, corto y limitado por otro lado, este mundo es una inmensa fábrica donde tenemos pocos directivos y muchos operarios de distintos niveles. Los operarios tenemos hijos con los que se nos cae la baba pero que no son más que la continuidad de la fábrica que produce para que los directivos vivan mejor y por extensión su familia que lógicamente recibirán los parabienes del estado de sus padres, los directivos. En momentos de bonanza económica nosotros participaremos a nuestra medida en lo que antes hemos dicho "el estado de bienestar". Tendremos una cierta capacidad adquisitiva, coches mejores y casas pero no nos engañenos, los directivos gestionan los recursos. En situación de crisis como así lo vimos en la crisis del 93 y ahora se repite, los directivos se encuentran en la situación de sálvese quien pueda o lo que es lo mismo el que no esté bien agarrado aquí que se caiga porque yo no pretendo bajarme y se genera una situación dominó inversa que vivimos hoy. Cada uno se agarra a sus privilegios en detrimento del de debajo que hará lo mismo. Desde la crisis anterior ha aparecido una casta nueva que ha sido capaz de articular un poder casi ilimitado, los políticos y sus amigos. Ellos, a los que los operarios le hemos permitido sentarse ahí, han usurpado un lugar que no les correspondía en la fábrica, han malversado los poderes del estado y reclutado sus huestes para echar raíces pero ¿que hay de los operarios?, pues bien, esta casta se arroga el poder, so pretexto de gestionar el "estado de bienestar" de meternos la mano en el bolsillo para mantener sus privilegios que autoproclaman necesarios con el poder que se han otorgado. Eso sí, sus hijos iban antes de la crisis y siguen yendo a colegios concertados a los que ayudamos a mantener los operarios que llevamos a nuestros hijos a los públicos pero socialmente debemos colaborar con ellos porque sus hijos son los elegidos para sucederles en la fábrica y que dirijan a los nuestros. Alguno de nuestros hijos conseguirán salir de su situación de operarios quizás a mandos intermedios pero siempre serán hijos de operarios. 

sábado, 3 de noviembre de 2012

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